Carlos Sainz se acerca a su tercer título del Rally Dakar, a pesar de una complicada décima etapa, esta jornada el español repuntó e incrementó su ventaja sobre el “príncipe” catarí en más de 10 minutos.
A pesar de que solo queda una etapa por delante, el madrileño no se duerme en sus laureles. “Un pinchazo o un error de navegación te pueden afectar”, advirtió antes de remarcar que ya ha estado otras veces en la misma situación. “Las canas sirven para algo”, añadió.
En la última etapa, el de Mini partirá tercero, justo detrás de sus dos más cercanos perseguidores, pero depende de él y su compañero Lucas Cruz, no cometer algún error garrafal, para llevarse su tercera corona.
Sufrió algo más Fernando Alonso, quien, tras el accidente de la jornada anterior, partía desde la 113 posición después de haber pasado largas horas pendiente de la reparación de su coche en el parque cerrado del vivac en Shubaytah. Suerte de los pilotos del camión con el número 550, que recompusieron su Toyota.
Se manejaron bien con las herramientas, arreglaron las suspensiones y la dirección del coche y repusieron el parabrisas para que Alonso pudiera completar la etapa de ayer sin más problemas. Terminó con el octavo mejor tiempo. Habida cuenta de los 60 vehículos a los que adelantaron, debieron hacer correr mucho su Toyota.