El alemán sufrió el año pasado por el acusado sobreviraje del monoplaza, un problema que esperan haber solventado para la temporada 2020.
Es cierto que Ferrari ha eligido como su líder a futuro a Charles Leclerc, no hay duda, pero la incognita recae sobre el papel que tendrá Sebastian Vettel a corto plazo.
Aun cuando su figura sigue siendo de importancia en Maranello por su experiencia, su ayuda en el desarrollo del coche y su pasado glorioso con 4 mundiales en su palmarés, cuestiones que lo converitirian en candidato al título en otra escudería top, en el equipo rosso aún es incierto rol.
A pesar de que la campaña anterior fue muy irregular para el alemán y hay dudas sobre su renovación de contrato, al cual únicamente le queda un año, hay motivos para que el germano recupere la confianza el próximo curso.
Aunque se desconoce gran parte del Ferrari 2020, ya se saben algunas cosas: se ha trabajado para generar más carga aerodinámica y hacer más estable al monoplaza, normalizando su degradación de neumáticos. El viejo SF90 sufría para alcanzar la ventana de temperatura correcta en las gomas delanteras, porque el apoyo era insuficiente, y eso castigaba en exceso las traseras.
Esta característica evidenciaba la principal diferencia de pilotaje entre Leclerc y Vettel: mientras el monegasco es capaz de gestionar cierto sobreviraje al conducir al límite, el germano lo tolera peor.
Seb necesita un F1 sobre raíles para sacar lo mejor de sí mismo, por algo fue inalcanzable en Red Bull, pero su montura de 2019 bailaba demasiado. Las siete poles de Charles frente a las dos del piloto de Heppenheim, batido en su punto fuerte, son una consecuencia lógica.
En carrera, no obstante, influyen otros muchos factores y esa diferencia se reduce (Vettel sumó 24 puntos menos que Leclerc pero acabó por delante de su compañero en más domingos). Así que este cambio de concepto de Maranello, centrándose en la aerodinámica aunque eso perjudique su velocidad en línea recta, le sonríe.
Al alemán le faltó confianza en algunos momentos de la temporada y cometió errores de bulto (en Bahréin, Canadá, Silverstone o Brasil). Hubo más sombras que luces (ganó en Singapur) mientras su vecino protagonizaba la mayoría de alegrías.
Para renovar con Ferrari más allá de 2021 necesita un buen inicio de 2020 que disipe dudas y elimine rivales. Porque hay varios nombres en la lista de Ferrari para sustituirle, pero ninguno con su palmarés, y a Leclerc no se le presupone poder suficiente como para escoger a un compañero cómodo.